lunes, 1 de junio de 2009

Vuelta a casa en las tardes de verano

A penas me acordaba...
Hoy volviendo a casa he recordado lo mucho que me encanta conducir cuando empiza a caer el sol y ladeas tu cara hacia el espejo retrovisor izquierdo para realizar alguna maniaobra y te sorprendes con el reflejo del atardecer en él, esa sensación me eclipsa.
Todas las tardes de verano cuando vuelvo a casa y cruzo el puente de la autovia, no puedo evitar el dedicar unas milésimas de segundo a observar los magníficos ocasos que se pueden observar desde ese punto, y siempre pienso... es una lástima no ir andando en este momento para poder disfrutarlo. Se me pasa por la cabeza interrumpir en tráfico diez minutos para contemplar tanta belleza, pero me resigno y me conformo con esos segundillos que me cuesta cruzar el puente.

Este verano pienso andar hasta allí...

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