Siempre quedan puertas entreabiertas que quizá me dejen entrar o salir, ¿quién sabe? En este momento deseo que me dejen entrar, necesito entrar y tener la objetividad y positividad que me caracteriza. Y si la puerta me indica la salida, no importa, haré lo posible para encontrarme a la salida con cualquier pequeña endidura, grieta o pequeño agujerito por el que a penas pueda circular el aire o el agua y para mi será la puerta más grande y.... Entraré.
Me pondré mi vestido de princesa y me sentiré como siempre...como hasta ahora, me sentiré la persona más feliz del mundo.
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